La transformación del dinero digital en el Perú en áreas con baja bancarización – Copy

El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) está evaluando el potencial del dinero digital en zonas con baja bancarización a través de un proyecto piloto con Bitel, con el objetivo de fomentar la inclusión financiera y mejorar la eficiencia en los pagos. En un país donde persisten grandes brechas financieras, este proyecto va más allá de ser una simple innovación tecnológica; representa una oportunidad para transformar la realidad económica de millones de peruanos que han estado históricamente excluidos del sistema financiero tradicional, según un informe del suplemento Económika.

Desde marzo de 2025, el BCRP y Bitel iniciaron la segunda fase de este proyecto, que tiene como objetivo llevar servicios financieros digitales a zonas donde el uso de efectivo ha predominado. Los primeros resultados han sido alentadores: 67,000 usuarios activos, 91,000 transacciones diarias y 4.2 millones de soles circulando en formato digital en áreas con casi nula bancarización.

La operación del piloto de Bitel se basa en dos principios clave: accesibilidad y seguridad. Para asegurar que los usuarios sin teléfonos inteligentes puedan acceder al servicio, se implementó una solución utilizando tecnología USSD (servicios suplementarios no estructurados), lo que permite realizar transacciones básicas a través de mensajes de texto, sin necesidad de conexión a internet. Además, la seguridad se refuerza mediante la vinculación de cuentas a dispositivos específicos, claves dinámicas para transacciones y pruebas constantes del sistema.

Bitel también ha desplegado una red de agentes físicos que amplían su alcance más allá de sus distribuidores y puntos de venta tradicionales. Estos agentes BiPay, ubicados en establecimientos no relacionados con telecomunicaciones, funcionan como puntos de depósito y retiro de dinero digital, facilitando la conversión de efectivo a dinero digital y viceversa.

El piloto se lleva a cabo en dos fases. La primera ya terminó con la implementación en diez distritos seleccionados, mientras que la fase actual, iniciada el 9 de marzo, abarca 229 distritos en diversas regiones del país. Las zonas fueron elegidas con base en su alta dependencia del efectivo, baja bancarización y escasa experiencia con billeteras digitales.

El plan de expansión de Bitel incluye lanzar una tarjeta prepago en abril, integrar con EasyPay en mayo y establecer alianzas con cajas municipales para ofrecer microcréditos y cuentas de ahorro a finales de año. No obstante, uno de los principales retos que enfrenta este proyecto es la interoperabilidad, ya que la falta de integración con otros actores del sistema financiero limita la adopción masiva.

El éxito de esta iniciativa podría depender no solo de factores técnicos, sino también de las políticas públicas. García, de Bitel, sugiere que el gobierno podría ayudar a acelerar la adopción del dinero digital al utilizar este canal para distribuir subsidios y programas sociales, lo que generaría un flujo natural de fondos hacia el ecosistema digital.

En el largo plazo, el modelo podría servir como un puente entre el Perú bancarizado y el Perú rural, promoviendo una inclusión financiera real. El impacto de este piloto no debería medirse solo por el volumen de transacciones o el número de usuarios, sino por su capacidad para transformar las comunidades históricamente excluidas y fomentar ecosistemas económicos más resilientes y dinámicos.