
El gobierno de Bolivia está liquidando sus reservas de oro para poder importar combustible y continuar con los subsidios, debido a la escasez de dólares en 2025
Bolivia ha decidido vender sus reservas de oro en el extranjero como parte de una estrategia para obtener liquidez y asegurar las importaciones de combustible, que se venden a precios subsidiados en el mercado interno. Esta medida responde a una grave crisis económica, según informó el Ministerio de Economía. La caída en las exportaciones de gas ha reducido la oferta de dólares, lo que ha generado preocupación entre los expertos económicos, ya que consideran que esta estrategia no es sostenible a largo plazo. A continuación, se detallan más aspectos de la crisis en el país altiplánico.
En 2024, el Ministerio de Economía, encabezado por Marcelo Montenegro, informó que el Banco Central de Bolivia (BCB) compró 14,5 toneladas de oro del sector minero con el objetivo de revenderlas, debido a la falta de dólares. Esta operación ha sido clave para mantener los subsidios a diversos productos en el país. Sin embargo, el BCB enfrenta dificultades para incrementar sus reservas de oro. «No nos ha permitido probablemente, por el momento, aumentar el stock de reservas», dijo Montenegro, aunque destacó que la medida facilita la adquisición de diésel y gasolina.
Al cierre de 2024, las reservas internacionales del Banco Central llegaron a US$1.976 millones, pero solo US$50 millones de esta cifra correspondían a reservas líquidas, es decir, al efectivo disponible. El ministro Montenegro aclaró que las toneladas de oro que se están comercializando no forman parte de las 22 toneladas permanentes que el Banco Central mantiene en su tesorería, conforme a las regulaciones vigentes. No obstante, José Luis Evia, exmiembro del directorio del Banco Central, expresó su preocupación por esta medida, considerándola «insostenible» a largo plazo debido a que el oro se está agotando y podría generar problemas en el futuro.
Las causas principales de la crisis económica en Bolivia se deben a la drástica disminución de las exportaciones de gas, que en 2013 representaban el 54,4% de las exportaciones totales, pero para 2023 solo alcanzaron el 18,8%. Esta reducción ha afectado la disponibilidad de dólares en el país, lo que ha incrementado el tipo de cambio. La escasez de dólares ha dado lugar a un mercado paralelo, donde el precio del dólar ha alcanzado los 11,3 bolivianos, mientras que el tipo de cambio oficial, ya inaccesible para gran parte de la población, se mantiene en 6,97 bolivianos.