El Banco Mundial ha aumentado su proyección de crecimiento para Perú en 2024, pasando del 2.9 % al 3.1 %. ¿Qué áreas deberían ser fortalecidas?

El Banco Mundial ha incrementado su proyección de crecimiento para la economía peruana al 3.1 % para 2024, después de haber estimado previamente un 2.9 %. Para 2025, se anticipa un crecimiento del PBI del 2.5 %, ligeramente inferior al pronóstico anterior.

En comparación con otros países de la región, se esperan los siguientes crecimientos: Paraguay (3.9 %), Uruguay (3.2 %), Brasil (2.8 %), Chile (2.5 %), Colombia (1.5 %), Bolivia (1.4 %), Ecuador (0.3 %) y Argentina (-3.5 %). América Latina y el Caribe proyectan un crecimiento de hasta 1.9 % en 2024 y 2.6 % en 2025.

A pesar de la leve recuperación de Perú tras una contracción del -0.6 % en 2023, el crecimiento sigue siendo moderado en comparación con niveles pre-pandemia. Este crecimiento está impulsado por la demanda interna, especialmente el consumo privado, aunque enfrenta retos en inversión pública y privada, que ha disminuido debido a altas tasas de interés.

En el comercio exterior, Perú muestra una recuperación en exportaciones e importaciones en 2024, aunque muchas mejoras en la balanza de pagos se deben a la caída de la inversión, no a un aumento en las exportaciones o la inversión extranjera directa.

El sistema tributario peruano se enfoca en gravar las edificaciones, lo que podría afectar la equidad y eficiencia en la recaudación. El Banco Mundial sugiere reformas para mejorar esta recaudación. Además, en el contexto del «nearshoring», Perú solo ha captado el 1 % de las oportunidades comerciales relacionadas, en contraste con México.

En resumen, aunque Perú muestra signos de recuperación, enfrenta desafíos significativos en inversión, aprovechamiento de oportunidades comerciales y un sistema tributario que necesita mejoras.